MUNICH. — Paris Saint-Germain ha ganado al fin la Liga de Campeones.
El club que fue transformado por los miles de millones de dólares inyectados por Qatar y que compró y vendió una sucesión de los mejores jugadores del mundo en un intento extravagante por llegar a la cima tiene en sus manos el gran trofeo que le rehuyó por años.
después de que el PSG arrasó el sábado 5-0 al Inter de Milán en la final disputada en Múnich.
El trofeo que ni siquiera Lionel Messi, Neymar o Kylian Mbappé pudieron entregar al club francés fue finalmente reclamado por Luis Enrique, el entrenador español que ha supervisado el cambio del PSG de la era de fichajes galácticos a una de auténtica construcción de un equipo.
Fue apropiado entonces que Désiré Doué, el delantero francés de 19 años emblemático de la nueva generación del club, fuera la principal inspiración en una noche cálida. Se convirtió en el tercer adolescente en anotar en una final de la Liga de Campeones, siguiendo a Patrick Kluivert y Carlos Alberto.
Doué anotó dos veces y asistió en otro gol en poco más de una hora en el campo antes de ser sustituido en la segunda mitad .
Desiré Doue, del París Saint-Germain, anota el segundo tanto del conjunto francés en la final de la Liga de Campeones ante el Inter de Milán, el sábado 31 de mayo de 2025.
Achraf Hakimi, Khvicha Kvaratskhelia y el suplente Senny Mayulu, el cuarto adolescente en anotar en una final, se sumaron al doblete de Doué. Con esa andanada de goles, el PSG logró la victoria más abultada en una final en los 69 años de historia de la Liga de Campeones.
Ahora el PSG puede realmente sentarse junto a la realeza del fútbol europeo no por su facturación o mercadotecnia, sino por los méritos en el campo.
La Liga de Campeones es el barómetro definitivo de los clubes de élite del continente y hasta ahora el PSG había sido un contendiente llamativo que siempre se quedaba corto.
Senny Mayulu, del París Saint-Germain, festeja después de anotar el quinto tanto en la final ante el Inter de Milán, el sábado 31 de mayo de 2025
Todo eso cambió en el Allianz Arena, el hogar del Bayern de Múnich, uno de los titanes de Europa, y un escenario apropiado para el momento culminante del PSG. El escenario adquirió incluso más simbolismo porque fue contra el Bayern que el PSG perdió su única otra final de la Liga de Campeones en 2020, dejando a Neymar en lágrimas en un estadio vacío en Lisboa donde los aficionados fueron excluidos debido a la pandemia.
En esta ocasión, miles de seguidores del PSG estuvieron allí para disfrutar del momento, agitando banderas, encendiendo bengalas y ahogando los gritos de sus rivales del Inter, muchos de los cuales abandonaron el estadio mucho antes del pitido final.