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El Real Valladolid se juega más que tres puntos este domingo: se juega la esperanza. Después de diez jornadas sin conocer la victoria, el equipo de Álvaro Rubio recibirá al Getafe con la misión de romper una racha que lo ha hundido en el fondo de la tabla. A días del choque, el técnico blanquivioleta apeló al compromiso del grupo y al calor de la afición para iniciar una reacción que ya no puede demorarse más.
Una semana marcada por la incertidumbre física
El calendario aprieta y las urgencias no dan respiro, pero tampoco lo hace el parte médico. Varios jugadores clave han atravesado molestias o problemas virales durante la semana, lo que ha obligado al cuerpo técnico a retrasar decisiones importantes hasta último momento. Entre los afectados, figuran nombres habituales del once como André Ferreira, Raúl Anuar, Kenedy y Grillitsch.
La preocupación más seria gira en torno al arco: con Karl Hein fuera de combate por una lesión que lo alejará al menos seis semanas, la portería queda a merced de cómo evolucione Ferreira. Si el luso no llega a tiempo, el canterano Arnau Rafús volverá a custodiar la meta tras su reciente debut ante la Real Sociedad.
Defensa en reconstrucción y decisiones pendientes
Las sanciones tampoco han dado tregua. Sin Javi Sánchez ni David Torres disponibles por acumulación de tarjetas, Rubio se ve obligado a reformular el eje central de la defensa. Todo apunta a que Aidoo y Cömert serán los elegidos para asumir la responsabilidad en una zaga que ha sufrido constantes variaciones a lo largo del curso.
En ataque, el técnico dejó entrever la posible inclusión de Marcos André, ya reincorporado a los entrenamientos grupales. Su ingreso le daría al equipo una alternativa fresca en el frente ofensivo, donde la falta de gol ha sido una constante.
Rubio: “Sabemos lo que nos jugamos y lo cerca que está”
En conferencia de prensa, Álvaro Rubio no esquivó la presión del momento, pero se mostró convencido de que su equipo está en condiciones de dar el golpe sobre la mesa. “La plantilla es consciente de que el triunfo está al alcance. Es una gran oportunidad de reencontrarnos con la victoria y hacerlo en casa, delante de los nuestros, tiene un valor emocional muy fuerte”, aseguró.
El técnico insistió en que más allá de la tabla, el equipo mantiene la motivación y sigue creyendo. “Queremos brindarle esa alegría a la afición. Llevan tiempo sin recibirla y sabemos cuánto lo merecen”, añadió.
— Alejandro Sanchez (@SopaDecuis) April 6, 2025
El rival: un Getafe sólido, con personalidad marcada
Del otro lado estará el Getafe de José Bordalás, un equipo que ha renacido en 2025 y que se presenta como un hueso duro de roer. Rubio elogió el trabajo del técnico azulón: “Es un entrenador al que respeto profundamente. Su equipo transmite con claridad lo que él propone y compite con una identidad muy definida”.
El técnico blanquivioleta advirtió que el Valladolid no puede caer en el ritmo que impone su rival. “Si jugamos a lo que ellos quieren, estamos perdidos. Debemos imponer nuestras ideas y no permitir que nos condicionen. El Getafe es experto en maximizar sus virtudes, y si les das espacio, te castigan”, explicó.
Orden, intensidad y fe: las claves para romper la racha
Rubio tiene claro que el equipo necesita ser compacto y disciplinado para sacar adelante el partido. “Debemos mantenernos juntos, bien ordenados y atentos a las segundas jugadas. Ese control, esa capacidad de resistir y contraatacar con criterio, será vital para tener opciones”, detalló.
La posibilidad de utilizar un sistema más directo, con dos delanteros, no está descartada. Y aunque el equipo ha sufrido múltiples bajas en las últimas semanas, Rubio insiste en que hay margen para competir con lo que hay. “Más allá de los nombres, necesitamos actitud. Ese es el motor que puede encender una racha positiva”, sentenció.
Canteranos al frente y un mensaje final: creer hasta el final
Ante la Real Sociedad, el Valladolid alineó a cuatro jugadores surgidos de la cantera, una apuesta que Rubio no dudó en repetir a pesar del contexto adverso. “Lo sabía, pero creí que era el momento de apostar por esa energía fresca. No salió como esperábamos, pero el mensaje es claro: aquí nadie baja los brazos”, remarcó.
Zorrilla espera una señal
Con la grada necesitando razones para creer, el duelo frente al Getafe representa mucho más que un partido. Es la oportunidad de mostrar que este Valladolid aún tiene fuego, aún tiene coraje, y aún tiene fútbol para intentar lo imposible. Las cuentas son frías, pero el fútbol es emoción. Y mientras haya 27 puntos por disputar, el descenso no será una sentencia, sino un desafío.
